Tradición funeraria que se remonta a la prehistoria, cubrir de flores las tumbas es a la vez un signo de respeto y de admiración por la vida del difunto, así como una muestra de afecto por la persona que ha fallecido. No en todas las culturas se tienen las mismas costumbres en los entierros. Por ejemplo, después de un funeral judío, los familiares colocan una piedra, símbolo de dolor duradero, sobre la tumba del difunto. A veces se ofrecen flores de luto incluso si no hay una tumba sobre la que depositarlas, como en las culturas asiáticas y en la religión budista, donde la cremación es más normal que el entierro. En España, sigue siendo muy común decorar las tumbas de los cementerios con almohadones funerarios, frentes de tumbas, macetas e incluso plantar arbustos alrededor de la sepultura. Obviamente, la cuestión del mantenimiento de dichas flores es importante, sobre todo si no se puede visitar el cementerio con la frecuencia necesaria, ya que el cuidado de las flores en la tumba es una señal esencial de deferencia hacia el ser querido que nos ha dejado. En este artículo te damos algunos consejos sobre cuidados de flores en el cementerio.

    Elegir el tipo de flores para funeral más adecuadas

    No hay secretos, para que las flores del cementerio se mantengan frescas y bonitas hay que renovarlas a menudo. Sin embargo, es esencial saber qué flores elegir y cuándo colocarlas en la lápida o tumba. Es posible poner coronas de flores en una tumba durante todo el año, aunque muchas familias optan por el Día de Todos los Santos y la Fiesta de los Difuntos para decorar sus sepulturas. Lo más importante es no cometer errores, y para ello hay que remitirse al lenguaje de las flores. En general, no se recomiendan las flores de colores demasiado vivos, como las amarillas o las naranjas. Las flores rojas, como las rosas rojas, se reservan generalmente para las relaciones de amor apasionado, como entre un viudo y su cónyuge fallecido. Las flores blancas, como los ramos de lirios o las rosas blancas, son un símbolo de pureza. Se utilizan para honrar la memoria inocente de un niño, por ejemplo.

    Si se opta por colocar cruces de flores en la tumba o un bello arreglo floral funerario cortadas por ejemplo, así como plantas en maceta, es útil dominar el significado de las flores de luto:

    • El crisantemo: esta flor es la estrella del Día de Todos los Santos y un símbolo de eternidad.
    • La azalea blanca: significa la felicidad de haber amado.
    • La anémona: uno de los signos de luto por excelencia, expresa la tristeza de perder a alguien.
    • La dalia: ofrece una muestra de gratitud y reconocimiento, incluso post-mortem.
    • La saponaria:  expresa tu pesar y tristeza.
    • La peonía: se dice que esta flor aleja los malos espíritus.
    • La begonia: esta planta y sus flor envía un sincero mensaje de amistad, al igual que la hortensia.
    • La siempreviva: transmite una fuerte emoción, un dolor eterno.

    Consejos fáciles para el cuidado de flores para la tumba

    Si puedes o quieres visitar el cementerio con regularidad, no dudes en optar por los centros de flores funerarias o las flores cortadas. Si cambias el agua con regularidad y las mantienes alejadas de la luz solar directa, podrás hacer que tus crisantemos u otras flores duren más tiempo.
    También puedes elegir plantas anuales o bienales, como amapolas, margaritas de California o pensamientos, que requieren un mantenimiento recurrente. Estas plantas requieren más atención, pero cuando se plantan en jardineras o en el suelo, quedan muy bien.

    Si rendir homenaje al difunto con frecuencia resulta difícil o requiere más tiempo, es mejor  elegir plantas y flores para cementerio que exijan cuidados más sencillos. El objetivo es que estas plantas, conocidas por su resistencia o fácil rebrote, puedan soportar una larga ausencia sin marchitarse. Esta es una de las muchas cualidades que se atribuyen generalmente a los bulbos, que florecen fácilmente y sin mucha intervención de tu parte. Los cuidados de estas flores para cementerio son muy simples: tierra de jardín, un poco de abono orgánico y, de vez en cuando, un simple trasplante. Los jacintos, los narcisos y los tulipanes te proporcionarán una completa satisfacción sin necesidad de ser un experto jardinero.

    Sin embargo, es importante tener en cuenta que a veces es necesario combinar un fácil mantenimiento con el respeto por el lugar en el que se ha colocado el monumento funerario. En este sentido, plantar arbustos y plantas arbustivas es a veces una elección delicada. Muy apreciadas por su facilidad de mantenimiento y sus cualidades ornamentales, estas plantas están prohibidas en muchos cementerios. En primer lugar, porque el desarrollo de sus raíces puede dañar las lápidas. En segundo lugar, porque el crecimiento de algunas de ellas plantea problemas de seguridad para el personal de mantenimiento del cementerio. Por ello, asegúrate de elegir la variedad de plantas adecuada para el lugar donde está enterrado el difunto.

    Alternativas de fácil mantenimiento en el cementerio

    A veces, la falta de tiempo, de recursos o simplemente la dificultad de mantenimiento pueden disuadirnos de colocar flores para florecer una tumba en el lugar de descanso final de un ser querido. Sin embargo, existen alternativas fáciles que nos permiten expresar nuestros sentimientos sinceros hacia el fallecido.

    Plantas artificiales

    Hoy en día, este tipo de plantas reproducen muchas variedades distintas de plantas naturales y hasta se pueden encontrar magníficos geranios artificiales. Unos cuantos consejos sobre cuidado de flores para la tumba te ayudarán a que la compra sea duradera. Las plantas semi-artificiales y estabilizadas pueden parecer las más realistas, con sus piezas hechas de tergal y madera. Sin embargo, el tergal no es resistente a la lluvia ni a los rayos UV. Por lo tanto, es mejor utilizarlas para una bóveda fúnebre. Para tumbas en exterior, es preferible utilizar plantas artificiales de PVC, que son más resistentes y realistas.

    Plantas naturales muy durables

    Para quienes no se sientan atraídos por las plantas artificiales, es posible elegir plantas naturales conocidas por su durabilidad. Este es el caso de las trepadoras anuales, como la madreselva, o diversas variedades de hiedra, que se aferran a cualquier cosa que permita a sus hojas crecer en altura. Más abajo, los cubresuelos o los geranios naturales decoran grandes espacios con mínimos cuidados. Las plantas perennes, como la lavanda y el iris, requerirán muchos menos cuidados que otras plantas para obtener un resultado estético muy satisfactorio.

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