En muchas culturas, el respeto por los muertos es tan importante como el que profesamos a los vivos. En España, cuidar y limpiar una tumba, manteniéndola pulcra y con flores frescas, es una señal de respeto hacia quién está enterrado. Además, una sepultura es un lugar de recogimiento familiar, por lo que es preferible conservarla en un estado adecuado, para que todos puedan hacer así su duelo serenamente. Sin embargo, no siempre es fácil mantener una lápida limpia, decorar con flores bonitas la tumba todo el año o evitar que el musgo y el óxido ataquen la piedra.

Es cierto que los cementerios no son los lugares que más nos gusta visitar, lo que hace  que muchas veces nos limitemos a ir dos o tres veces al año. Por eso, es todavía más importante aprender a limpiar las tumbas familiares durante tus visitas, para que la limpieza sea eficaz y que tu tumba dure limpia el máximo tiempo posible. ¿La ley nos obliga a limpiar las tumbas familiares? ¿Qué pasa si una sepultura se encuentra en estado de abandono? ¿Qué productos se deben utilizar para limpiar el mármol y cuáles son las mejores técnicas para restaurar los monumentos funerarios? En este artículo te lo contamos todo, para  que puedas limpiar las tumbas familiares y mantenerlas cuidadas durante todo el año.

¿En qué consiste la limpieza de una tumba?

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Limpiar una tumba significa mantenerla en un estado decente, teniendo en cuenta que cada tumba es diferente y que hay muchas maneras de decorar una parcela funeraria.

Ya sea una tumba cubierta de hierba, pequeñas piedras, una lápida de mármol o un monumento funerario, es necesario asegurarse de que este lugar de conmemoración se mantenga lo mejor posible. En algunos casos hay que cortar y mantener la hierba, en otros, fregar y abrillantar las losas, mientras que en muchas otras ocasiones la limpieza se resumirá en cepillar la lápida envejecida. Aquí te damos algunos consejos que te ayudarán a aprender a limpiar tumbas sin dañar la piedra.

¿Cómo limpiar una lápida de mármol u otra piedra?

La mayoría de las veces, las lápidas de los cementerios están hechas de mármol. Un material que se elige por su resistencia, aunque cada mármol tiene sus propias cualidades y especificidades. A pesar de su solidez, la piedra de las tumbas envejece y la suciedad se incrusta progresivamente hasta que resulta casi imposible limpiarla. Sin embargo, si sabes cómo hacerlo, no es tan complicado limpiar el mármol de una tumba o cualquier otra piedra utilizada como cubierta para tu bóveda familiar.

¿Qué se puede utilizar para limpiar el mármol?

Para limpiar tumbas de granito o mármol, te recomendamos que utilices simplemente jabón negro. Si las manchas son persistentes, puedes comprar un quitamanchas para suelos como el que usan los profesionales de la limpieza. Si no te importa frotar, puedes utilizar un borrador o esponja mágica y echarle unas gotas de agua, lo que te permite fregar la lápida sin necesidad de muchos productos. Una vez que has frotado, utiliza otra esponja y agua para aclarar la lápida y sécala con un trapo limpio. Una alternativa al borrador mágico es la piedra blanca, fabricada a base de arcilla, que puedes encontrar en las tiendas o fabricar tú mismo/a con bicarbonato de sodio, arcilla blanca y lavavajillas líquido.

Si el mármol es claro, es mejor usar jabón negro y frotar con un cepillo suave. Una vez enjuagada, la losa de mármol estará brillante. Si, por el contrario, tienes una losa de mármol oscuro o de color, puedes atreverte con el Blanco de España o carbonato de cal en polvo. Este producto se usa a menudo para limpiar superficies de acero inoxidable, de loza o de vidrio.

¿Qué hacer si las manchas no se van del mármol?

Con el tiempo, el mármol se vuelve más poroso y los rastros de suciedad se incrustan en la piedra. Pero existe una receta de limpieza casera que puede acabar hasta con las manchas más tenaces. Para limpiar tumbas de mármol, aplica en los lugares más marcados una pasta  compuesta de un tercio de bicarbonato de sodio y dos tercios de piedra pómez. Deja que la pasta se seque y luego limpia la piedra como se indica arriba, usando una esponja y jabón negro, antes de enjuagar.

Para las manchas de óxido, muy comunes en el mármol, basta con utilizar un paño empapado en agua oxigenada. Diluye el agua oxigenada en agua normal, con una proporción de 1 volumen de agua oxigenada por 20 volúmenes de agua. Luego enjuaga y seca

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¿Cómo proteger el mármol de manera durable?

El mármol es una piedra porosa, que absorbe las manchas y la suciedad y es muy sensible a los arañazos. Por eso, es recomendable proteger la losa de mármol con un hidrófugo tonalizante antimanchas, un regenerador de mármoles y piedras naturales que repele el agua, las manchas y los aceites. Su textura aceitosa protegerá la superficie de las lápidas de mármol o granito de forma duradera. También puedes frotar la tumba con un paño impregnado en aceite de linaza o glicerina. La piedra se volverá brillante y menos porosa, por lo que será menos probable que absorba la suciedad.

Trucos para restaurar la inscripción de una lápida

Con frecuencia, las inscripciones grabadas en el mármol se borran y se deterioran. Esto pasa porque los huecos que forman las letras normalmente están pintados, para que las letras se destaquen mejor en la lápida. Con el tiempo, la pintura se despega y las inscripciones se vuelven cada vez más ilegibles. Para renovarlas, se recomienda raspar primero la suciedad, por ejemplo, con un bastoncillo de algodón humedecido en acetona o aguarrás mineral (White Spirit). Enjuaga las letras y luego aplica una nueva capa de pintura. Hay pinturas para piedra que se pueden aplicar con un pincel fino. A veces, un rotulador permanente puede ser suficiente. Si optas por la pintura en spray, recuerda proteger el mármol. Para que quede perfecto, puedes terminar con una mano de barniz transparente para fijar el color y protegerlo de la humedad.

¿Qué hay que cuidar y limpiar en las tumbas?

A menudo, la parcela fúnebre no se limita a la lápida. Dependiendo del tipo de sepultura, puede haber también una cruz de mármol o una estatua de piedra que habrá que limpiar. Además, en el suelo alrededor de la lápida, suele haber un bordillo que hay que raspar, ya que tiende a cubrirse de musgo.

En cuanto a la decoración de una tumba, existen numerosos adornos funerarios de diferentes tipos, aunque la mayoría de las familias optan por coronas, plantas o ramos de flores. Hay muchos tipos de flores adaptadas para una tumba, presentes en los cementerios sobre todo el Día de Todos los Santos, y que requieren una serie de cuidados específicos para flores funerarias. Los que no pueden visitar a menudo el cementerio, eligen flores no perecederas, es decir, de plástico. Pero incluso si las flores de plástico no están vivas, requieren un mantenimiento regular, ya que pierden sus colores al sol, acumulan polvo e incluso moho. Por lo tanto, es recomendable limpiarlas con una esponja mojada en agua con un poco de lavavajillas líquido. En algunos casos, incluso puedes usar la misma piedra de arcilla que has usado para la limpieza del mármol.

Finalmente, también hay muchas placas conmemorativas en las lápidas con mensajes de los seres queridos. Estas placas, que tienen un gran valor sentimental, también tienen que ser cuidadas. Si son de metal, mármol o resina, puedes utilizar una mezcla de agua y lavavajillas, piedra de arcilla o incluso limpiacristales para su limpieza. Si la placa conmemorativa está hecha de resina, evita los productos abrasivos que puedan rayar la placa u oscurecer la resina y no utilices detergente en polvo, lejía, limón o vinagre. Una vez que has limpiado la placa, puedes pasar una capa de cera por encima para protegerla.

¿La ley nos obliga a mantener en buen estado una tumba?

La respuesta es no. Legalmente, nadie nos está obligando a mantener en buen estado una tumba. Además, sería muy complicado saber quién es la persona designada como responsable de una tumba. La limpieza de las tumbas es más un acto cívico que legal, y permite el buen mantenimiento de los cementerios públicos.

Sin embargo, teniendo en cuenta que los cementerios dependen directamente de los ayuntamientos de cada municipio, una tumba abandonada corre el riesgo de pasar bajo gestión municipal, y puede ser reasignada a otra familia. Según la mayoría de Ordenanzas de Cementerios y Servicios Funerarios Municipales, que dependen de cada Ayuntamiento, los titulares del derecho funerario tienen que cumplir con ciertas obligaciones, entre otras pagar la tasa correspondiente a sus tumbas y renovar la concesión una vez transcurrido el plazo acordado, así como conservar y mantener en adecuadas condiciones de seguridad, salubridad y ornato público las sepulturas, nichos, panteones y columbarios de su titularidad. 

En definitiva, aunque la ley no te obligue a venir a limpiar una tumba, aunque sea la de una tía abuela que nunca conociste, el mantenimiento de las tumbas es un acto cívico recogido en los reglamentos municipales, así como una muestra de respeto hacia tus antepasados y hacia tus seres queridos, tanto como hacia los demás visitantes del cementerio.

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