SILUETA FLEXIBLE, SU COMPAÑÍA ARMONIZARÁ EL HOGAR

Algunas personas son felices con muy poco. No tienen una larga lista de deseos y de cosas para realizar. Tan solo necesitan ser felices, y sencillamente, se conforman, por eso sus esfuerzos se mueven flexiblemente para alcanzar ese objetivo. Algo muy similar sucede con la planta de interior de enero, la Schefflera, cuya silueta flexible buscará armonizar el hogar en busca de la felicidad.

Esta es una planta de interior con un toque altamente tropical. La Schefflera proviene de la familia de las trepadoras, como son muchos arbustos y lianas, y con una enredadera como estructura le resulta más fácil trepar. La Schefflera es originaria de los trópicos, pero eso no impide que también prospere en zonas menos cálidas. Por eso, en su casa, se sentirá mejor si está ubicada en un lugar cálido y con luz natural, ya que la Schefflera no tiene problemas con la luz solar directa, a diferencia de la mayoría de las plantas de interior. Hay que regarla con agua de forma regular, pero asegurándose de que la tierra no está húmeda más de un par de días. De todas formas, la flexibilidad y la adaptabilidad de esta planta, hacen que no tenga ningún problema en caso de que se olvide del riego en alguna ocasión.

Creando formas como un Bonsai

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La flexibilidad de esta planta permite ser moldeada a su gusto, pudiendo obtener la silueta que desee, por eso, es la compañera de hogar perfecta. Puede eliminar las hojas o ramas que quiera, sin que ello repercuta en la planta de forma negativa. Y de esa forma, se desarrollarán nuevos brotes en la parte superior. Mediante la repetición de este ejercicio, se pueden crear formas, como si de un Bonsai se tratara, logrando el estilo que más le guste. Además existen diversas variedades de Schefflera, y a partes de los diferentes tonos en verde, podemos encontrar unas con las hojas de color púrpura, lo que hace de la Schefflera una planta perfecta para cualquier tipo de decoración.

Bajo la ducha

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La Schefflera guarda un placentero secreto, y es que se siente fantásticamente bien cuando se le quita el polvo, que periódicamente reúnen en sus hojas, bajo el chorro de la ducha. Por eso, es muy recomendable que coja a su Schefflera, y de vez en cuando la premie con una ducha fresca como si fuera una fina lluvia de primavera. Verá como sus hojas brillan de placer, y tal vez, le recompense con una floración, que aun no siendo habitual en esta planta, puede conseguirlo y eso le hará sentir muy feliz.

 

Fuente: Oficina Holandesa de Flores

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