Los aromas de primavera se siembran en otoño. Si quieres que las flores adornen tu jardín y tus macetas es hora ya de empezar a pensar en lo que quieres plantar. Hoy hablamos de una flor que alegrará cualquier rincón donde la coloques. Además, su agradable aroma será un ambientador natural inigualable.

La freesia o fresia es una planta bulbosa de la familia del iris o el gladiolo. Su atractivo tallo florecido la convierten en una flor poco común que se puede cultivar en invernadero a lo largo de todo el año y que gusta mucho por su perfume.

La freesia procede de Sudáfrica. La planta recibe su nombre del Botánico Ecklon, activo coleccionista que en la década de 1830 dedicó la flor a su amigo, el doctor alemán F. Freese. Esta flor se ha venido cultivando en Europa desde finales del siglo XIX, principalmente en Holanda.

Otoño es la época para sembrar esta flor, siempre que no haga mucho frío, porque no aguanta bien las heladas. Colócala en lugares donde dé bien el sol, ya sea en suelo o maceta, y siempre con una tierra fértil, incluso que esté previamente abonada, ya que necesita muchos nutrientes.

Independientemente de su color, la freesia es la flor de la inocencia. Utiliza freesias para decir a tu pareja que la sigues queriendo, sobre todo, en ése séptimo aniversario de boda cuando saltan las dudas sobre la intensidad de la relación y para aliviar la “picazón” que otras tentaciones puedan producir.

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