El otoño tiene también sus contraindicaciones. Los cambios bruscos de temperatura son los mejores aliados de catarros y bronquitis. Y no sólo éso. Para aquellos que sufren molestias en huesos y articulaciones, estas épocas no son las mejores.

Hay una planta que puede aliviar, tanto las molestias bronquiales como las de articulaciones y huesos. Se llama Dulcamara, aunque hay quien la llama Mata gallinas y en Cataluña se conoce por Morella.

Crece en lugares húmedos y de forma espontánea y se puede utilizar como depurativo, laxante, diurético diaforético, sedante y analgésico. Es una planta bastante tóxica y hay que tener cuidado, sobre todo con las bayas, que normalmente no se utilizan. Su efecto narcótico aconseja usarla con mucha prudencia.

Si preparas una infusión con sus tallos (al 2% como máximo) te servirá para calmar la tos compulsiva. Puedes tomar hasta tres tazas al día.

Si tienes dolores de reuma o artritis, haz una decocción hirviendo 40 grs. de corteza en un litro de agua durante un rato; posteriormente se filtra el líquido y se bebe en dos o 3 tazas diarias.

Si la utilizas como cataplasma te servirá para eliminar forúnculos y granos. Aquí tienes la receta:

Pon tres cuartos de litro de vino rosado a hervir y añade tres puñaditos de hojas secas de Dulcarama y 100 grs. de harina de linaza. Déjalo hervir durante 15 minutos. Cuando la preparación espesa, se añaden 100 gr. de grasa animal. Se extiende esta mezcla sobre una gasa y se deja enfriar un poco, aplicándolo seguidamente sobre la zona a tratar.

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