Quizás nunca te lo hayas planteado pero, en algunas ocasiones, resulta necesario envolver una planta. Su embalaje puede representar un gran dilema y la manera de proceder dependerá de la ocasión. No es lo mismo empaquetar una planta para una mudanza que taparla para protegerla del frío. Las plantas de interior y las plantas de exterior se envuelven de manera distinta, principalmente por cuestiones de tamaño, ya que las plantas de exterior suelen ser más grandes que las de interior. Si no sabes cuándo conviene envolver tus plantas y cómo hacerlo sin estropearlas, en este artículo te lo explicamos.

¿Por qué es necesario envolver las plantas?

¡Llegó el invierno! Fuera, las temperaturas empiezan a bajar y algunas de tus plantas de exterior comienzan a mostrar los primeros síntomas. Antes de que la situación sea irreversible, deberás actuar para proteger las plantas de tu balcón, tu terraza o tu jardín. Es importante tapar las plantas antes de que lleguen las primeras heladas para no lamentar ninguna pérdida durante el invierno. Para ello, la mejor solución es envolverlas para mantener el calor durante los meses más fríos. Cuando las destapes en primavera, tus plantas estarán más bonitas que nunca.

Aparte de para evitar los estragos del frío, podemos necesitar empaquetar nuestras plantas para una mudanza. Realizar bien el embalaje es muy importante si queremos que las plantas lleguen intactas a su nuevo hogar y no se pierda ninguna por el camino. Si vas a mudarte pronto y no sabes cómo transportar tus plantas, no te pierdas nuestros consejos.

¿Cómo envolver una planta para protegerla del frío?

Si necesitas envolver tus plantas para protegerlas cuando la temperatura baja en invierno, tápalas con un manto térmico de protección. Se trata de una tela ligera y fina que se coloca sobre las plantas del jardín o las macetas de tu balcón o tu terraza. Estas mallas son una buena alternativa a los plásticos y existen en diferentes formatos. A diferencia del plástico, los mantos térmicos de hibernación son permeables, es decir, dejan pasar la luz y el agua y evitan así la deshidratación y las hojas muertas cuando destapamos las plantas en primavera.

En general, los plásticos y las telas de protección se colocan en otoño o durante el invierno. Si vives en una zona muy fría con heladas tardías, es probable que debas dejarlos durante unos meses más, entre marzo y mayo. Al taparlas en primavera, protegerás su floración de las posibles bajadas bruscas de temperatura. ¡No te confíes!

Si buscas otras alternativas al plástico para proteger arbustos o plantas verdes durante el invierno, puedes colocar un mantillo de paja, corteza o serrín sobre la tierra de la maceta para mantenerlas calientes.

¿Cómo proteger las plantas de nuestro huerto o jardín?

Si tienes un huerto o un jardín y vives en una zona propensa a las heladas, te recomendamos tapar los arbustos y árboles frutales para protegerlos del frío. Si cultivas en macetas, puedes guardarlas dentro de casa, en un lugar bien iluminado, y volverlas a sacar en primavera. Cuando las plantas sean demasiado grandes o estén sembradas en la tierra, protégelas con telas térmicas específicas o plásticos. 

El frío no es la única amenaza para nuestras plantas. En ocasiones, es necesario proteger nuestras plantas de interior o de exterior, como los árboles frutales, de los parásitos. Nuestras plantas no son inmunes a los ataques de los insectos ni de los hongos, así que puede resultar práctico envolverlas para evitar posibles plagas. Basta con tapar la base de la planta y bloquear el acceso a la tierra para que los insectos no puedan poner sus huevos.

¿Cómo transportar una planta para una mudanza?

Todos los amantes de las plantas saben que, cuando llega el momento de cambiar de hogar, el transporte de nuestras macetas puede resultar un auténtico quebradero de cabeza. Conviene prepararlas de antemano para facilitar la tarea a las empresas de mudanzas, que siempre suelen ir con prisa. Las plantas son seres vivos y pueden sufrir daños irreversibles si no se tratan con cuidado. Además, el hecho de cambiar de hábitat ya puede resultarles suficientemente traumático.

La solución más rápida y fácil en las mudanzas es embalar las plantas con una bolsa de plástico o de papel para que sus hojas y ramas no se enganchen al moverlas. Puedes utilizar cinta adhesiva para fijar el plástico a la maceta. De esta manera, aparte de facilitar su transporte, evitarás que el sustrato se caiga durante la mudanza. También es posible cubrir las plantas con papel de periódico para no dañar sus hojas. En el caso de los cactus, no está de más taparlos con plástico de burbujas para evitar posibles pinchazos.

Si quieres proteger tus tiestos de cerámica o de barro durante la mudanza, una buena opción es transplantar las plantas a macetas de plástico. Podrás aprovechar para examinar el estado del sustrato y volver a plantarlas con tierra nueva en tu futuro hogar. Es una gran ocasión para eliminar posibles plagas de mosquitos y mejorar la calidad del sustrato de tu planta. Es un buen momento también para podar las ramas más largas y evitar así que se enganchen a otros objetos.

Si las plantas son pequeñas, puedes colocarlas en cajas de cartón y separarlas con papel de burbujas enrollado para evitar que se muevan. Si no tienes suficientes cajas, utiliza un saco de rafia grande prestando mucha atención para no romperlas ni asfixiarlas. En este caso, no prepares las plantas unos días antes, deja esta tarea para esa misma mañana o la noche anterior y sácalas en cuanto hayan llegado a su nuevo destino. No olvides comprobar que el sustrato no está demasiado húmedo para que el agua no moje la caja y se rompa. Si las flores sobresalen, no cierres la tapa para no aplastarlas.

Por último, para que las plantas puedan respirar, recuerda perforar las cajas y los papeles de periódico o los plásticos de protección. Cuando termines la mudanza, sácalas del paquete e intenta colocarlas en su nuevo emplazamiento rápidamente para que se adapten cuanto antes. Riégalas enseguida y abónalas unos días después. 

Si necesitas enviar plantas fuera de tu ciudad, puedes seguir estos mismos consejos y asesorarte en tu servicio de correos o en tu empresa de mensajería de confianza sobre el método de envío más adecuado.

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