Proceden de los Balcanes y huelen de maravilla. Los jacintos son uno de los primeros bulbos de la primavera y sólo con mirar sus flores ya te cambia el humor. Sus colores son mágicos.
Puedes tener estas flores en el jardín, en las macetas de tus balcones o en un jarrón dentro de casa. Las pongas donde las pongas, iluminarán el espacio donde esten desde marzo, que es cuando empieza a florecer, hasta mayo aproximadamente. También se pueden tener jacintos florecidos en pleno invierno si fuerzas su floración y los mantienes en macetas en interior. No olvides que puedes comprarlos en tu floristeria como flor cortada durante todo el año.
El jacinto se planta como bulbosa de jardín hacia el otoño. En interior, coloca el bulbo sobre un recipiente con agua (existen unos recipientes especiales. Pregunta en la tienda). Una vez que éste enraiza, le salen hojas y en el centro de la roseta aparece una flor compacta. Hoy en día, lo más habitual es encontrar los jacintos ya cultivados en macetas y jardineras.
Si colocas tu planta en un interior, busca un lugar fresco y que no sea demasiado luminoso para conseguir que la flor se vaya abriendo lentamente y así dure más.
Aunque tienes que regar con moderación, es importante que nunca le falte agua, por lo que colocaremos el tiesto sobre un platillo donde siempre haya agua. Durante la floración, la tierra debe mantenerse siempre húmeda.
La temperatura ideal es de 15 a 17º . Si están plantados en exterior, procura que no estén expuestos a temperaturas inferiores a 1º a 3º.
El jacinto como flor cortada
Los jacintos se mantienen muy bien en jarrón. Al igual que los tulipanes, sus flores continúan creciendo incluso después de cortadas. Elige las plantas más cerradas o cuyas flores apenas estén abiertas.Corta unos dos centímetros del tallo de cada planta al biés. Cauteríza el corte pasando rápidamente una llama. Cambia el agua y corta un poco el tallo cada dos o tres días. Así conseguirás mantener bastante tiempo un hermoso centro de jacintos en perfecto estado.