Como nos acercamos a la época de las bodas, vamos a ir hablando de algunas de las flores que pueden decorar esta celebración. Si estás preparando tu ramo de novia, o ayudando a alguien a prepararlo, esta información te servirá para poder llevar en tus manos, en ese día feliz, algo más que un adorno.

Sin duda la casablanca es una flor de las más indicadas para estos menesteres. Su belleza espectacular y su aroma la hace, además, una de las flores más apreciadas por los floristas para todo tipo de arreglo floral.

La casablanca es un lirio y, dentro de esta extensísima familia, pertenece al grupo de las llamadas flores orientales. Esta maravillosa flor blanca tiene forma de estrella y en un solo tallo se pueden desarrollar de una a cinco flores. Como todas las plantas de bulbo, es tan bella como efímera. Si la tienes plantada en una maceta, una vez que se seque, deja la planta en algún rincón y déjala reposar durante un año. A partir de este tiempo comienza a regarla paulatinamente. Verás como vuelve a crecer.

Aunque el origen de la planta está en Japón, esta flor procede de una hibridación y fue creado a finales de los años setenta en California. En un ramo de novia significa virginidad, pureza y majestad. Si te la regalan te estarán diciendo que añoran estar contigo.

El aroma intenso de la casablanca dará empaque a tu ramo de novia. Si quieres resaltar esa presencia sin resultar empalagosa puedes usar un perfume que complemente el aroma original de estas flores. Estas son algunas fragancias donde elegir:

Un Lys de Serge Lutens,

Lys Méditerranee de Editions de Parfums Frederic Malle,

Anais Anais de Cacharel,

Lys Carmin de Van Cleef and Arpels,

Lily & Spice de Penhaligon´s.

 

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